El director de cine David Lynch se sumó al tonto desafío del Ice Bucket Challenge, en el que se desperdicia agua para generar conciencia sobre la enfermedad esclerosis lateral amiotrófica. El cineasta vuelve el desafío abstracto y se vuelca el agua mientras toca una versión zombie de «Somewhere over the Rainbow» en trompeta. Para terminar, nomina al presidente ruso Vladimir Putin para que se sume al desafío. Más Lynch imposible.